¿Qué está pasando con las economías de Chile y Paraguay?

Como chileno que ha vivido varios años en Suecia y que actualmente en Paraguay, he tenido la oportunidad única de observar de cerca tres realidades económicas muy distintas: Chile, mi país natal, con una economía madura y estructurada; Suecia, un país altamente desarrollado, con un modelo social sólido y políticas de largo plazo; y ahora Paraguay, un país que crece con dinamismo y estabilidad, pero desde una base completamente distinta.

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Contexto macroeconómico actual
Paraguay cerró 2024 con un crecimiento estimado entre el 3,8 % y el 4 %, incluso superando las previsiones oficiales, impulsado por su agroexportación y el sector energético. Fue el país con mayor crecimiento de Sudamérica en 2024 .
Chile, por su parte, alcanzó un crecimiento del 2,6 % en 2024, también por encima de lo proyectado, gracias a mejoras en exportaciones y a una recuperación del consumo interno .
Esto refleja un diferencial de crecimiento a favor de Paraguay: Paraguay creció aproximadamente 1,4 puntos porcentuales más que Chile.

Factores que explican el crecimiento paraguayo

• Clima empresarial favorable: lidera el Índice de Clima Económico (ICE) en América Latina con 153,9 puntos, gracias a estabilidad macro, incentivos fiscales y bajos costos operativos.
• Sector agroindustrial y energético como motor: es uno de los principales exportadores de energía limpia (Itaipú, Yacyretá) y productos como soja, maíz y carne bovina.
• Inversión pública en infraestructura: el gobierno priorizó mejoras en rutas, logística y corredores de exportación, generando un efecto multiplicador.
• Paraguay goza de una carga fiscal corporativa significativamente menor: un impuesto empresarial del 10 % frente al 27 % general de Chile (o 25 % para PYMEs), y un impuesto a los dividendos para residentes del 8 % —contraste con la carga fiscal total del 35 % en Chile—. (En Chile, las empresas tributan a tasas de 27 % en el régimen general o 25 % bajo el artículo 14 D de la Ley de Renta (Pro Pyme). Sin embargo, al sumar el impuesto personal sobre dividendos, la carga total puede alcanzar hasta un 35 % efectivo) 
• Sumado a esto, una población joven (edad promedio 29 años, con gran parte bajo los 35 años) aporta energía laboral y potencial de consumo para sostener la expansión económica.​

Chile: crecimiento moderado, pero con desafíos estructurales
Chile continúa con una economía madura y estabilidad institucional, pero con crecimiento estructural limitado. El Banco Central proyecta una expansión entre 2,0 % y 2,75 % para 2025.

Aunque lidera en ingresos per cápita en América Latina, enfrenta:

• Baja productividad en sectores clave.
• Desigualdad persistente.
• Escaso dinamismo en inversión pública y privada.
• Alta dependencia del cobre y la demanda externa.​

Proyecciones económicas para 2025

• Paraguay: el BCP y organismos internacionales proyectan crecimiento entre 3,8 % y 4,2 %, con foco en atraer inversión extranjera directa y diversificar exportaciones.
• Chile: FMI, OCDE y el Banco Central estiman un crecimiento entre 2,0–2,75 %, condicionado por el entorno global, la inversión minera y reformas internas.

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Paraguay ha consolidado un modelo de crecimiento ágil, basado en sus ventajas naturales, su apertura al comercio y su eficiencia fiscal, lo que le permitió superar a Chile en crecimiento anual.
Chile, aunque sigue siendo sólido y referente regional, muestra señales de desaceleración estructural. Para recuperar una senda de crecimiento sostenido, necesita impulsar la inversión, diversificar su matriz productiva y acelerar reformas orientadas a la productividad.

Ambos países poseen fortalezas. Paraguay es una oportunidad clara para quienes buscan insertarse en un mercado emergente con gran dinamismo. Chile, por su parte, ofrece un entorno más predecible, aunque con menores expectativas de expansión.
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Este análisis no busca emitir juicios ni establecer comparaciones competitivas. Es el resultado de una mirada personal y técnica que se forma desde haber vivido en contextos tan distintos como Chile, Suecia y ahora Paraguay. Comparto estas observaciones para aportar a la conversación económica con una perspectiva híbrida: entre la experiencia vivida, el interés profesional y el deseo genuino de comprender mejor las dinámicas que están transformando la región.

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Paraguay y Chile de Mario Contreras

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Mario Contreras
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